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lunes, 23 de mayo de 2011

LA POLÍTICA COMPARADA


Por Carlos Wagner Catalán

Hace cuarenta años vivíamos un clima enrarecido por las diferentes ideologías políticas que profesábamos los jóvenes en nuestro país. Con matices más o matices menos, llegamos a tener como 60 partidos políticos. Pero, en definitiva, lo que nos marcaba era la consecuencia de la guerra fría: el comunismo o el liberalismo. Cuando se llegó al momento en que unos preguntaron a los otros ¿qué piensan ustedes para oponernos nosotros? Entonces se produjo lo que sólo unos querían: Lo de 1973.
Pero la discusión no terminó ahí. Unos lo llamaron “golpe de estado”, otros “pronunciamiento militar”. Unos acentuaban el hecho y sus consecuencias. Otros, el pasado y lo que había provocado realmente este hecho.
A esas alturas ya no había comunistas ni liberales. Sólo “Pinochetistas” y “opositores”. Unos luchaban para que en este país no volviera a instaurarse el “marxismo leninismo”, mientras que los otros luchaban para sacar del poder a Pinochet. Se abandonaron las ideologías políticas y se entró en el pragmatismo por el poder.
Se logró el cometido de unos: sacar a Pinochet. Pero volver a las ideologías era volver a perder fuerzas para seguir en el poder. Entonces los demócratas cristianos ya no son tan “cristianos” y los socialistas no son tan “izquierdistas”, más bien todos son “concertacionistas”.
Pero como todo se desgasta en la vida, la concertación también, y después de 20 años perdieron la elección y ahora volvieron los otros al poder. Y lo que unos consideraban todo malo cuando eran oposición, ahora que gobiernan, es todo bueno. Y al revés. Quienes consideraban todo bueno cuando gobernaban, ahora que están en la oposición, consideran todo malo.
Ese pragmatismo no has llevado a una lucha desenfrenada donde parece que hemos perdido toda capacidad de razonamiento. Hemos llegado a la obnubilación total. Los datos duros de las encuestas ya no son tan duros. Las estadísticas las manejan a su entero gusto, de acuerdo a quien las tenga en sus manos.
Hay una diferencia con los tiempos en que yo era joven. Ahora los medios de comunicación social nos permiten saber al instante lo que realmente está ocurriendo en el mundo y nos permiten comparar lo que un político dijo ayer con lo que dijo hoy. El internet da esta posibilidad. Y quienes tenemos la posibilidad de navegar diariamente hemos podido comparar realmente lo que nos dicen a diario. ¿Quiere que les diga mi conclusión? No es necesario, ud. Ya la sabe.
Por eso es que los partidos políticos ya representan a muy poca gente en el mundo. Hoy los jóvenes prefieren unirse a través de las redes sociales para hacer sentir su malestar en ciertas cosas.
La política es el arte de Gobernar, es verdad. Los políticos han descubierto cómo matar ese arte.

lunes, 25 de abril de 2011

COLEGIOS PROFESIONALES

Por Carlos Wagner Catalán

Leyendo el Diario la Tercera de la Hora del sábado 23 de abril del presente año, me encontré con un artículo titulado “Colegio Médico rechaza Proyecto de Licencias Médicas”.
Se me vino a la mente el caso de mi amigo Nicolás (Q.E.P.D.), Profesor de Educación Física, que enfermó de cáncer y le fue cuestionada la Licencia Médica que le otorgó un facultativo especialista en oncología del Hospital López Pérez de Santiago, por un Médico General, enviado por la Isapre a la cual pertenecía.
Sin embargo, a pesar que seguramente la mayoría de los médicos otorgan legítimas licencias médicas, es muy probable, que algunos --sin ningún sentido ético--, se prestan para cuestionarlas y otros para otorgarlas falsamente. Así también algunas personas inescrupulosas engañarán al médico con tal de conseguir una ilegítimamente.
En todos los Colegios Profesionales ocurren estas cosas. Por unos pocos, pagan “el pato” todos.
Pero quisiera detenerme aquí en la respuesta del Colegio Médico ante este Proyecto de Ley. Aseguran que "los médicos no aceptaremos seguir siendo enjuiciados públicamente en forma irresponsable y poco transparente por autoridades polí¬tico-administrativas con propósitos ajenos al ámbito sanitario".
¿Será que las autoridades político-administrativas, se están acostumbrando a enjuiciar públicamente a cuanto Colegio Profesional, --con fuerza gremial como para pedir reivindicaciones-- se les coloque por delante? En cambio, si están enjuiciados o cuestionados les será mucho más difícil conseguirlas.
Los Médicos sacan la voz y muy probablemente serán escuchados. Sin embargo, los Profesores nos estamos acostumbrando a ser enjuiciados públicamente no sólo por las autoridades, sino además, por todo aquel a quien se le pregunte. Antiguamente era una costumbre en los chilenos que cada vez que participábamos de algún asado, teníamos que soportar a Teólogos, Entrenadores de Fútbol y Economistas. A las pocas copas, todos eran expertos en Religión, tácticos experimentados en esquemas futbolísticos y sagaces economistas dispuestos a solucionar todos los males de pobreza en este mundo. Ahora debemos agregar: a los Profesores… en cada chileno, hay un Doctor en Educación dispuesto a ayudar a corregir al Profesor que debe lidiar todos los días del año con –muchas veces—45 estudiantes en el aula, que son “tirados” en la escuela por sus papás, que están muy preocupados de sus respectivos trabajos, pero no de colaborar con la formación de sus hijos.
Los profesores tenemos dos posibilidades: Unirnos todos para ser una voz fuerte ante estos enjuiciamientos públicos y ser escuchados al igual como lo es el Colegio Médico o dejar que nos sigan basureando por quienes se les ha olvidado que ellos han sido educados por uno de los nuestros: “un Profesor”.
Pero los Médicos dicen algo más en esta declaración en contra del Proyecto de Ley sobre Licencias Médicas: que esta intromisión es “con propósitos ajenos al ámbito sanitario”. Entiendo esto como que es algo propio del ámbito de la salud; no de Ingenieros Comerciales, ni de Economistas o Administradores. Es un asunto que le atañe a quienes son expertos en salud. El derecho de un enfermo a tener descanso por enfermedad, debe diagnosticarlo un médico y ningún otro profesional, por muy profesional que sea.
En la Educación, sin embargo, diagnostican todos: Ingenieros Comerciales, Economistas, Sociólogos, Psicólogos… y más encima, desde un escritorio en Santiago, sin siquiera haber estado en un aula durante un año.
Entonces estoy de acuerdo con el Colegio Médico en que "resulta indispensable aprobar el proyecto de ley que restituye la tuición ética a los colegios profesionales, cuya tramitación se encuentra detenida desde enero de 2010, pues ello permitirí¬a no sólo sancionar penalmente a quienes… hagan mal el trabajo, …”sino que incluso suspender el ejercicio profesional y cancelar el tí¬tulo profesional a quienes cometen faltas graves".
Ser re-activos es un trabajo bastante fácil. Basta instalarse a mirar televisión todo el día y correr a la casa de algún apoderado cuyo pupilo ha sido agredido en la escuela y ofrecerles una beca para terminar sus estudios. Les aseguro que a veces me gustaría que mi hijo –que está comenzado su carrera universitaria—lo agredieran, para que aparezca en la tele, así capaz que alguien viaje desde Santiago a entregarle la Beca por toda su carrera.
Esto, que lo hago irónicamente por supuesto, es a lo que estamos llegando de a poco. Estamos pasando paulatinamente de una “educación para la vida” a una “educación para la PSU” y ya llegaremos a una “educación para demandar”. Será mejor negocio demandar a la Escuela que estudiar.

lunes, 15 de marzo de 2010

EL DESCONTROL


Por Carlos Wagner Catalán


A pesar de haber sido muy niño, recuerdo como si fuera hoy el terremoto del año 1960 registrado en Valdivia. Yo, en aquel tiempo vivía en Nueva Imperial, una pequeña ciudad ubicada a 33 kilómetros a la costa de Temuco. Ha sido el terremoto más fuerte registrado en la historia de la humanidad: 9.6 en la escala de Richter. A los pocos minutos hubo un maremoto que inundó las costas de varias localidades del sur de Chile.
Hace un par de días la naturaleza nos ha vuelto a tratar con dureza. Un terremoto grado 8.8 en la escala richter ha azotado la zona central. Una zona que por ser mucho más poblada que la del sur, la repercusión ha sido bastante mayor… Además que los Medios de Comunicación Social hoy tienen una cobertura mucho más instantánea que en la década del 60.
Hemos podido constatar –además del dolor de haber perdido los bienes materiales y vidas humanas—una conducta en la gente que habrá que tener en cuenta. No es normal –y así lo podemos percibir quienes vivimos lejos del epicentro—que a un par de horas de registrado los hechos, la gente haya salido a la calle a saquear cuanto negocio se les pusiera por delante. No es normal, en primer lugar, porque nadie se muere del hambre a las cuatro o cinco horas de registrarse un terremoto y, segundo, porque nadie se alimenta de electrodomésticos, televisores de plasmas, y mucho menos, de maquinaria pesada. Esta es una clara señal que el materialismo ha comenzado a minar el comportamiento moral de las personas en esta sociedad chilena. Y digo que lo constatamos nosotros alejados del epicentro, porque no estoy seguro cuál habría sido nuestro comportamiento se hubiésemos estado en el lugar de los hechos.
Pero en Puerto Montt, hemos vivido algo mucho peor aún, cuando las autoridades --impulsadas no sé con qué criterio--, salieran a las calles a llamar a la población a abandonar el centro de la ciudad por peligro de un sunami. Puedo entender que haya personas de escasa formación académica, que haya corrido a la Escuela ubicada frente a los Salesianos, en lo alto de la ciudad, para retirar a su hijo porque “¡la ola ya viene!” (incluso para llevárselo a su casa que está ubicada en un sector más bajo que la escuela). Lo que no puedo entender, es que hayan apoderados con una formación académica mucho mejor y pierdan los estribos, como que el mundo se va acabar, y hayan llegado al Colegio Arriarán Barros, por ejemplo, sobrepasando el control de Inspectoría para llegar a las salas a sacar a sus hijos de clases.
Razonemos un poco. El año 60, el terremoto fue en Valdivia, grado 9.6. En Puerto Montt, subió un poquito la marea, pero no alcanzó ni siquiera a mojar la línea del tren que pasaba por la costanera, pegada al mar. Tampoco pasó nada con el terremoto 8.8 registrado en Concepción. ¿Cómo podría pasar algo con un temblor 7,2 (que después se supo que fue 6,9) cercano a la ciudad de Rancagua, mucho más lejana a Valdivia o Concepción?
Me da la impresión que hay que educar a los papás más que a los jóvenes y niños. Yo me encontraba haciendo clases en un Segundo Medio, cuando llegaron los papás absolutamente descontrolados a buscar a sus hijos. Los jóvenes permanecieron en sus salas con toda tranquilidad. Menos mal que los jóvenes no se descontrolaron viendo a sus padres vueltos locos, de lo contrario podríamos haber tenido una situación mucho más grave todavía.

jueves, 14 de enero de 2010

GASTOS DESMESURADOS


Por Carlos Wagner Catalán

Transparentar es una palabra que se ha puesto de moda en este último tiempo. Pareciera ser que con transparentar las cosas, las cosas se limpiaran, se transformaran en algo éticamente bueno.
Sin embargo, transparentar significa “dejarse descubrir”. Pero en ningún caso significa que eso que se ha dejado descubrir sea bueno o malo. De tal manera, que cuando los políticos comienzan a transparentar sus gastos de campañas, no significa que lo que estén haciendo sea bueno. Sólo significa que lo que se ha transparentado, queda a disposición de todos los chilenos, para que nosotros los chilenos, juzguemos si eso que se ha transparentado es bueno o no.
Claro, porque sino yo podría transparentar mi conducta asesina, dejándome descubrir, que he matado a una persona y—pensar entonces—que como lo he transparentado, o sea, como me he dejado descubrir, quedo libre de polvo y paja. No pues.
Es el primer paso. Está bien que haya transparencia. Pero más importante aún es que eso que se transparente sea bueno, de lo contrario tendremos que escuchar con asombro que al final de la campaña electoral se han gastado miles y miles de millones de pesos, pero como se ha transparentado, no tenemos nada más que decir. Todo está bien.
Mons. Goic, Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, dijo que sería "bueno y justo" que los candidatos transparenten los gastos en los que han incurrido a la fecha. Pero Mons. Goic, representado a los Obispos de Chile, pide algo más y creo que ahí está el fondo del asunto, que lo que se vaya transparentar sea un especial gesto de solidaridad, una campaña austera y sencilla, de lo contrario "sería una ofensa a la dignidad de los chilenos que se despilfarren recursos".
De tal manera que, no basta ser transparente, mostrando o dando a conocer lo que no queremos conocer. Queremos que la transparencia se plasme en gestos de solidaridad… no que se nos rían en la cara. Que no nos muestren gastos desorbitados Sino que nos muestren cifras austeras. En política no se puede hacer demagogia, y por tanto ofertas y ofertones no corresponden. Aquí lo único que corresponde es ser honestos, ser realistas en las propuestas y trabajar incasablemente por el bien de los chilenos, como lo dijo Mons. Goic.
Entonces no creamos que cuando los políticos nos dicen que han transparentado sus gastos en la campaña, esa campaña ya está legitimada. No. Primero veamos si efectivamente esos gastos se condicen con la realidad económica que estamos viviendo. No se trata que compren nuestras conciencias. Si al final quienes pagamos las campañas somos todos los chilenos… tápelo los oídos si es que hay un niño con UD… ¿O todavía cree en el viejito pascuero?

martes, 22 de diciembre de 2009

BOXEO


Por Carlos Wagner Catalán

Esta semana vi en el Diario El Llanquihue una noticia que me pareció increíble... casi divertida diría yo. “Ratifican castigo a boxeadores que no llegaron a pelear”. Mi mamá estaría escandalizada, porque precisamente cuando los hermanos no peleábamos, entonces ella nos premiaba. Pero jamás nos habría castigado por no pelear.

Hace muchos años, mi gran discusión con Custodio Oyarzo, que en paz descanse, un amante empedernido del boxeo y comentarista de Radio Belén A.M. de Puerto Montt, era precisamente este tema. Yo le decía que no entendía cómo comenzando el siglo XXI, aún existían las peleas entre hombres, en circunstancias que Bernardo O’Higgins había eliminado las peleas de gallo en el siglo diecinueve.

Pero bueno, incluso hasta el mundo mas civilizado, se dan cosas curiosas. En España hace algunos días, un hombre murió corneado por un toro, en las corridas de San Fermín. Estas corridas nótese, las organiza la Casa de la Misericordia.

Pero volvamos a lo que estábamos comentando. Espero que el castigo a los boxeadores no sea a palos. Si los castigan con no poder pelear... Bendito castigo. Y si ese castigo es a perpetuidad, cuanto mejor. ¿No le parece?

Ese mismo castigo deberían recibir también quienes en estos días les ha dado por pelear. No sólo los que se niegan a pelear, como es el caso de los boxeadores de Puerto Montt. Sino, además, quienes pelean... incluso sin guantes, como los parlamentarios de Corea del Sur el otro día, que los pudimos apreciar por televisión. U otros que pelean sin guantes y sin puños, sino con la lengua, que muchas veces hiere más todavía que un puñetazo, como por ejemplo, los políticos chilenos en esta carrera presidencial.

Claro que los políticos tienen una capacidad increíble para soportar los golpes y luego reconciliarse. Pregúntele a Piñera y Mathey o Piñera y Longuiera, Hoy forman parte de un solo proyecto político. O más recientemente a Escalona y Gómez, que después de que –por lo menos-- se dijeran que no eran bonitos, ahora proponen candidato en conjunto para la Quinta Región Cordillera.... Y aparecen en la Televisión muy sonrientes. Habrá que ver qué pasará más adelante entre Frei y Henriquez- Ominami.

Voy a proponer a la Asociación de Boxeo de Puerto Montt, que también ratifiquen castigo a los políticos de Chile, que peleando, no pelean... O que no peleando, pelean. Capas que peleando fuerte, aprueben en el Congreso la eliminación de las peleas en el cuadrilátero... y sólo dejen las del hemiciclo... Al menos son más divertidas.

HONESTIDAD CON LA REALIDAD


Por Carlos Wagner Catalán


Quién se atreve a decir las cosas que realmente piensa de verdad. Fíjese Ud. que el discurso que escucho a diario y en todas partes es uno... pero cuando se trata de decir las cosas a través de los medios de comunicación, decimos algo distinto. ¿Le doy un ejemplo? Cuando yo era muchacho acostumbrábamos –en la escuela-- a mojarnos con saliva la oreja. El que aguantaba que se la mojaran, significaba que no se atrevía a pelear con esa persona, y entonces, debía soportar después la humillación de todos. Y el que no aguantaba, tenía que ir detrás de la estación de ferrocarriles a pelear. Ahí había una lugar especial para eso. Estas peleas eran, por lo menos, unas tres veces al mes. Las recuerdo como una anécdota de la que –hoy día-- me da risa. Quizás alguna vez me las vi feas... pero fue eso, y punto. ¿Eso era bueno? Probablemente no. Pero nunca vi a ninguno de mis compañeros con problemas sicológicos por eso. Hoy eso se llama Bulling... Y si a mi niño lo miran feo, corro de inmediato a tribunales para entablar una demanda. Interesará el niño realmente... o lo que interesa es sacar dinero de la situación? Quizás en mis tiempos más de alguna vez alguien se fue al chancho con el asunto –como seguramente ocurre hoy—pero las cosas eran más simples.
Otro ejemplo. Cuando yo era niño tenía un profesor que cuando no llevaba las tareas –que por desgracia fueron muchas veces—nos daba unos buenos golpes con una barilla de mimbre.. una barilla muy flexible que después de los golpes teníamos que apechugar no más. Pobre que lloraras... eso era de “maricas”. Y si ibas a contarle a tu papá o a tu mamá... te llegaban otros barillazos. .. y más fuerte todavía. Eso era bueno... probablemente no, pero nunca vi a nadie con tratamiento psicológico por eso. Quizás más de algún profe se fue al chancho, pero la mayoría de las veces, puchas que hacían bien los correctivos. Hoy día no sólo iría preso el profesor, también el papá o la mamá por golpear al niño y, además, le quitarían la tuición del muchacho.
Y cuando alguien se le ocurría robar algo, se iba preso. No salía ni la radio, ni los diarios, ni la tele a defender al malandrín. Eran ladrones y punto. No jóvenes con problemas de riesgo social, ni con déficit atencional, ni carentes de afectividad, o como quiera llamársele. Iban presos y punto. Y recuerdo que mi casa pasaba abierta día y noche y jamás hubo que poner alarmas en ninguna parte.
Ahora si Ud. viene y me pregunta de todo esto en una entrevista formal, seguramente le diré, casi con voz de experto en psicología: mire el maltrato infantil lleva a que cuando ese niño sea adulto, sea también un maltratador, por lo tanto usted . debe darle a ese niño un trato especial. Los jóvenes que delinquen traen un problema de formación sociocultural que sólo brindándoles atención y amor podrán salir adelante. Es bueno eso.... probablemente sí, pero puchas que se han complicado las cosas no?
Sé que con este comentario arriesgo que el colegio de psicólogos me fusile.. pero seguramente más de alguno también debe cuestionarse en privado todas estas cosas... El problemas es que muchos están en la educación... y desde un escritorio diagnostican lo que se debe o no se debe hacer con los jóvenes.

LOS VALORES PARA EL CRISTIANO


Por Carlos Wagner Catalán

¿Qué son los valores? Es distinta la visión que tenemos los cristianos a la que podría tener un humanista ateo, por ejemplo. Para Jean Paul Sartre –existencialista—los valores los pone el hombre, por lo tanto rige la conveniencia. Los valores están siempre cambiando de acuerdo a mi conveniencia. Serán siempre relativos... Y así está la sociedad de hoy: Relativista.
Conocida es la historia esa cuando un alumno de la Universidad le dice a Sartre: Profesor, le tengo un odio tremendo a ese compadre. Yo lo mataría. Y Sartre le dice: mátalo... Ahhh, --agrega--, pero tú no lo vas a matar, no porque matar sea malo, sino que no lo matarás porque puede haber un amigo de ese compadre que después te mate a ti... Y eso sí es malo. Pero no porque matar sea malo en sí.... total los valores los pones tú. Sino porque que te maten a ti, eso sí es malo.
¿Se imagina Ud. una sociedad así? Sin embargo así pareciera que es. Si matan a “alguien” defiendo el valor de la vida. Repudio al asesino y espero que no lo maten a él, sino más bien apelo a la Educación de este hombre, a la comprensión del medio. A respetarle la vida y no hacer como hizo él, que violó precisamente eso: La Vida.
Pero si no matan a “alguien”, si no a un ser que me es muy querido, entonces pido que lo maten. El valor de la vida pasa a ser algo relativo. No un valor en sí, más bien algo que a veces conviene y a veces no.
Para el cristiano, en cambio, los valores son estables, permanentes, trascienden al hombre. No son para la conveniencia de cada uno. Por lo tanto el valor de la vida, tiene un valor en sí mismo... y deberá ser siempre respetado. Me sea conveniente o no. Por eso el Cardenal Errázuriz acude al Congreso Nacional hace un par de años para defender la tesis de la eliminación de la pena de muerte en Chile. La defensa del valor de la vida está por sobre todo. Por eso también, Mons. Goic, Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, pide que se respete la vida y no se use la píldora del día después... porque incluso cuando existe la duda de que sea o no abortiva, hay que aplicar el dicho popular ese: frente a la duda abstente. Por eso también la Iglesia, en tiempos pasados defendió tan férreamente los derechos humanos en Chile, independiente de la idiología que había detrás de cada uno de los que se les violaban sus derechos, que incluso podrían ser contrarios a la fe de la Iglesia..
Estoy de acuerdo que yo quizás haría lo mismo. Si me matan a un hijo probablemente también pediría que maten al desgraciado que lo hizo, porque en el hombre los valores se hacen relativos. Sin embargo, la Iglesia tiene el deber de educarnos en los valores de su fundador: Cristo. Y en Cristo, los valores se hacen permanentes, porque es Dios. Entonces cuando la gente dice: la Iglesia se quedó en el pasado, la Iglesia no está acorde con los tiempos, ¿qué le está pidiendo? Que abandone los valores cristianos, que entre en el relativismo.... Y entonces que entre en el juego de las mayorías... O sea si mañana mayoritariamente estamos todos de acuerdo con legislar a favor de matar a todos los niños menores de 1 año, entonces eso lo tendremos que validar como algo bueno. Y si la Iglesia no lo quiere aceptar, es pasada de moda.
No, la Iglesia tendrá que seguir defendiendo los valores que Cristo nos entregó. Respetará a las personas, las ayudará, pero jamás podrá comprender un acto que vaya contra los valores de Cristo. Matar a alguien será siempre malo, aunque la Iglesia acoja, ayude a la recuperación del asesino.